20 de octubre de 2012

Frases/momentos míticos de Harry Potter XIV

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Pero desde aquel momento Hermione Granger se convirtió en su amiga. Hay algunas cosas que no se pueden compartir sin terminar unidos, y derrumbar un trol de tres metros y medio es una de esas cosas.


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Ron también comenzó a enseñar a Harry a jugar al ajedrez mágico. Era igual que el de los muggles, salvo que las piezas estaban vivas, lo que lo hacía muy parecido a dirigir un ejército en una batalla. El juego de Ron era muy antiguo y estaba gastado. Todo lo que tenía, había pertenecido a alguien de su familia, en este caso a su abuelo. Sin embargo, las piezas de ajedrez viejas no eran una desventaja, Ron las conocía tan bien que nunca tenía problemas en hacerles hacer lo que quería.
Harry jugó con el ajedrez que Seamus Finnigan le había prestado, y las piezas no confiaron en él. Él todavía no era muy bien jugador y las piezas le daban distintos consejos y lo confundían, diciendo, por ejemplo: "No me envíes a mí, ¿no ves el caballo? Muévelo a él, podemos permitirnos perderlo".


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- ¡Feliz Navidad! -lo saludó medio dormido Ron, mientras Harry saltaba de la cama y se ponía la bata.
- Para ti también -.contestó Harry-. ¡Mira esto! ¡Me han enviado regalos!
- ¿Qué esperabas, nabos? -dijo Ron, volviéndose hacia sus propios paquetes que eran más numerosos que los de Harry.
Harry cogió el paquete que estaba más arriba. Estaba envuelto en papel de embalar y tenía escrito: "Para Harry de Hagrid". Contenía una flauta de madera toscamente trabajada. Era evidente que Hagrid la había hecho. Harry sopló y la flauta emitió un sonido parecido al canto de la lechuza.
El segundo, muy pequeño, contenía una nota.
"Recibimos tu mensaje y te mandamos tu regalo de Navidad. De tío Vernon y tía Petunia." Pegada a la nota estaba una moneda de cincuenta peniques.
- Qué detalle -comentó Harry.
Ron estaba fascinado con los cincuenta peniques.
- ¡Qué raro! -dijo- ¡Qué forma! ¿Esto es dinero?
- Puedes quedarte con ella -dijo Harry, riendo ante el placer de Ron-. Hagrid, mis tíos... ¿Quién me ha enviado éste?
- Creo que sé de quién es ése -dijo Ron, algo rojo y señalando un paquete deforme-. Mi madre. le dije que creías que nadie te regalaría nada y... oh, no-gruñó- te ha hecho un jersey Weasley.
Harry abrió el paquete y encontró un jersey tejido a mano, grueso y color verde esmeralda, una gran caja de pastel de chocolate casero.
- Cada año nos teje un jersey -dijo Ron, desenvolviendo su paquete -y el mío siempre es rojo oscuro.
- Es muy amable de parte de tu madre -dijo Harry, probando el pastel, que era delicioso.


El siguiente regalo también tenía golosinas, una gran caja de ranas de chocolate, de parte de Hermione.
Le quedaba el último. Harry lo cogió y notó que era muy ligero. Lo desenvolvió.
Algo fluido y de color gris plateado se deslizó hacia el suelo y se quedó brillando. Ron bufó.
- Había oído hablar de esto -dijo con voz ronca, dejando caer la caja de grageas de todos los abores, regalo de Hermione-. Si es lo que pienso, es algo verdaderamente raro y muy valioso.
- ¿Qué es?
- Es una capa de invisibilidad -dijo Ron, con una expresión de temor reverencial-. Estoy seguro, pruébatela.
Harry se puso la capa sobre los hombres y Ron lanzó un grito.
- ¡Lo es! ¡Mira abajo!
Harry se miró los pies, pero ya no estaban. Se dirigió al espejo. Efectivamente su reflejo lo miraba, pero sólo su cabeza suspendida en el aire, porque su cuerpo era totalmente invisible. Se puso la capa sobre la cabeza y su imagen desapareció por completo.
- ¡Hay una nota! -dijo de pronto Ron-. ¡Ha caído una nota!
Tu padre dejó esto en mi poder antes de morir. Ya es tiempo de que te sea devuelto.
 Utilízalo bien. Una muy Feliz Navidad para ti. 

1 comentario:

  1. He llegado hasta aquí de paso cotilleando blogs y este post me ha puesto los pelos de punta... T.T Qué recuerdos, todavía se me cae la lagrimilla al pensar que esto se ha acabado... (Y creo que cada vez que piense en Harry, aun con los años, seguirá pasándome igual...)...

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